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¡¿A qué vienes?!. ¿Quien eres? ¡Fuera De aquí!
¿Cómo Has Llegado A Este Lugar? ¿Quien ha Sido el traidor? ¡¿A qué vienes?!. ¿Quién eres? ¡Fuera de aquí! ¿Cómo has llegado a este lugar? ¿Quién ha sido el traidor? Si no eres de la estirpe del de Sevilla, el de Aragón o el de Flandes no tienes derecho a venir aquí. ¡Fuera! En este lugar solo encontrarás al Ojo Que Todo Lo Ve. No habrá misericordia. No sabes dónde has llegado, infeliz. Aún estás a tiempo, ve a otro sitio, que te enmudezcan con pamplinas, que te desgrasen como a un cerdo; miserable, necio. ¡Qué locura te habrá traído! En cambio, si eres de buena voluntad –lo cual dudo- podrás deleitarte con aquello tan largo tiempo buscado: Colores verdaderos, luz a su justa velocidad, tiempo iluminado. No lo digas a nadie, mantenlo secreto; es posible –no, seguro- que te persigan y que de ti jamás se hable. Es posible –no, seguro- que termines tus días como el agua de la cascada, confundida en el fondo con la espuma de un tiempo que cae con una cierta inclinación. Serás nada, pero, entretanto, lo serás todo. ¡Entra, pues, y goza! Orelav, fluidi verbum |
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